Mi Amigo Imaginario la sombra

La niñez es cuando afloran esos amigos imaginarios, eso es totalmente normal, creo que desde que tengo memoria, sinceramente puedo decir que siempre me acuerdo de haber tenido un amigo imaginario.

Como dije, es normal en los niños, sobre todo cuando no tienes con quien jugar, nunca te paso cuando jugabas con tus carros y hacia las voces o el sonido parecido al carro de carrera y competías con otro niño, eso lo hacía yo, estoy seguro de que muchos de ustedes también tuvieron su amigo imaginario.

Mi amigo definitivamente no era un niño físico, era totalmente imaginario, puedo decir que era más o menos como una presencia constante en mi mente, era mi compañero de juegos y aventuras. Me da mucha risa recordar eso porque mi mamá me dijo que yo llamaba a mi amigo sombra, porque siempre estaba a mi lado, y era como una sombra.

Mi amigo sombra era como yo, pero con una gran imaginación aún más grande que la mía, así lo sentía, siento que juntos explorábamos mundos fantásticos en esos juegos que teníamos cuando llegaba la tarde y el sol se estaba ocultando, combatíamos con los monstruos imaginarios y hasta jugábamos al escondite, mi amigo sombra era mi confidente, y como decimos aquí en Venezuela era mi pana.

Pero todo llega a un final y poco a poco mientras crecía, mi amigo sombra poco a poco ya no estaba para jugar conmigo, atrás dejábamos los juegos infantiles, luego, con la llegada de la adolescencia, sombra comenzó a desvanecerse. Comencé a tener cada vez más amistades reales, el tiempo que dedicaba a mi amigo imaginario disminuyo. Un día, me di cuenta de que ya no lo veía ni lo escuchaba con la misma claridad de antes.

Mi amigo imaginario creció.