Comida para gato - Mi participación en "Cuéntame una historia"

Marisol salió del trabajo, entró en el súper mercado y estuvo dando vueltas por los pasillos perdida en sus pensamientos. Tenía que comprar la comida de su gato, sino el pequeño dictador no la dejaría dormir esta noche.
Miró los empaques de colores vivos, las variadas marcas y sabores, apiladas unas junto a las otras, alineadas junto a la comida para perros. Junto a las croquetas estaban las especialidades: pequeños sobres y latitas con preparados de pescado, pero a Max no le gustaban, el pequeño dictador solo comía croquetas. Él tenía aún más manías que ella.

Ella también era quisquillosa con su comida, así que puso en el carrito la bolsa morada con la foto de un gato persa y caminó por los pasillos buscando algo de cenar. Tomó un paquete de galletas saladas, una bandeja de queso mozarella y otra de jamón ahumado. Hace días que quería tomar refresco de avena, pero no quería complicarse así que tomó una leche de avena y un frasquito de vainilla. Hacerla ella misma era más barato, pero estaba cansada.

Siguió su camino cargando las bolsas de las compras, que le parecieron demasiado pesadas, más al pensar que su edificio no tenía ascensor. Había comprado ese apartamento con sus ahorros y estaba tan feliz de haberlo conseguido tan barato que no pensó demasiado en el hecho de que fueran 6 pisos y no hubiera ascensor, aunque no se arrepentía porque era muy difícil tener casa propia y ella lo había logrado.

Llegó al apartamento y Max se paseó entre sus pies dándole la bienvenida. Normalmente lo bajaría a las áreas comunes como hacían los vecinos con sus perros (La verdad no sabía si era normal sacar a un gato, pero se había acostumbrado a hacerlo y Max parecía disfrutarlo), pero hoy estaba muy cansada para bajar. Así que le sirvió su recién comprada cena y se preparó la suya con el queso y las galletas.

Mientras cenaban, miró una postal que había recibido de su hermano. Él era corresponsal de Nacional Geografic y siempre estaba conociendo el mundo. Algunos días se preguntaba cómo seria su vida si se hubiera ido lejos como él, pero no sé detenía mucho en esos pensamientos, después de todo no le iba nada mal. La postal había llegado el día anterior con unos regalos, entre ellos una pequeña brújula dorada con la inscripción: "Está bien perderse de vez en cuando".

Se quedó frente a la televisión viendo un programa de viajes que la llevó a las costas Griegas. Bellos paisajes con cielo y mar de azul intenso, contrastando con la blancura impoluta de las construcciones en la costa. Parecía un lugar maravilloso. Max se coló en su regazo sin ningún disimulo, dónde se quedó dormido poco después que ella.

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Después de varias semanas sin unirme a este reto, hoy por fin estoy de regreso y esta es mi participación de esta semana para "cuéntame una historia". Si te interesa saber más al respecto, te dejo el link a la convocatoria aquí. Invito a @aurodivys y @evagavilan2 para que nos cuenten una historia.

Imágenes de mi autoría tomadas con teléfono Redmi 9a y editadas en Snapseed.



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2 comments
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Me encantan tus fotos y tus letras.❤️‍🩹❤️‍🩹

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