Viaje de mi corazón sin retorno. | Poesía

Penumbra en la soledad de mi alma maltrecha,
Sucumbiendo lentamente,
De vuelta a ese destino,
Camino lento, camino por caminar.
Queriendo desatar fuertemente aquel nudo,
Aquel que marcó el rumbo,
Que inició con un beso,
Que como flor de cerezo,
Me hizo esperar un tiempo.
para poder sentir de nuevo.
Aquel calor que me era nuevo.
Meses van, meses vienen.
Y aún sigo sin verte.
Y aunque siempre estés presente,
No eres quien solía tenerme.
Viajé incansablemente
Hasta llegar a tu corazón.
Pero este no me recibió.
De la forma cariñosa,
sino aquella lujuriosa,
Que me embriagó hasta el alma,
Y que me demostró en cuerpo y alma.
Las espinas de las rosas.

Y es que me cuesta aceptar.
Que me tenga que alejar.
Marchar y dar la vuelta.
Obligándome aunque no quiera.
Ya que tu mirada serena,
Y tus caricias incesantes,
Ponen mi pecho punzante.
De manera insistente,
Entras y sales de mi mente.
Lloro, pero no de tristeza.
Pero esta añoranza es pasajera.
No es aquella que soñé.
Donde te dije querer tener.
El romance que tanto soñaba.
Con su casa en las cabañas,
Observando el atardecer.

Mis manos ya están atadas.
Mis labios mordidos,
Una marca que a su ritmo,
Clava fuerte mi destino,
Pero que para tener equilibrio,
Vivo un amor mendigo.
De caricias y suspiros,
Esos que son inocentes.
Y que extraño fuertemente.
Cómo era en los primeros días.
Donde todo eran risas,
Mientras construíamos la pista,
Donde yo misma me estrellaría.
Al abismo de tu ser,
Aquel que llegó y se fue.
Que se mantiene en el ayer,
Recitando versos opuestos,
De todos esos proyectos,
Que deseábamos tener.

Sé que el ayer ya se fue.
Aunque lo mantenga cautivo,
Repitiendo en mi recinto,
Lo que no va a volver.
Y solo yo decidiré.
Y aún quiero tener.
Este deseo de poseer,
Aun más, tu pasión continúa.
Que cada noche me recita.
Entre sábanas ya malditas,
La constante y única pista,
De aquel viaje que realicé...