La Llama del Odio

En un barrio con encanto de la ciudad, vivía Clara, una mujer común y corriente, con un corazón que latía con un odio que no podía expresar.

La figura de su afecto, Marco, había entrado en su vida con promesas de cariño y compañía. Sin embargo, se reveló como alguien indiferente. Los gestos de afecto eran ignorados, y sus mensajes quedaban sin respuesta. Clara veía cómo sus intentos de acercamiento eran despreciados, pero no podía hacer nada. Marco había creado una barrera de desinterés, y cualquier intento de acercamiento era rechazado. Pero no la dejaba ir.

Clara se llenaba de tristeza cada vez que veía a Marco, sonriendo con indiferencia mientras prometía estar siempre ahí. Así una llama de odio platónico fue endureciendo su corazón.

Una dia, caminando por las calles, encontró un libro. Su título "El Arte de Odiar en Silencio". Intrigada, lo tomó. Descubrió que la autora había vivido en una situación similar. Hablaba de cómo el amor no correspondido podía ser una forma de crecimiento personal.

Decidió seguir el consejo de la autora. Comenzó a escribir en un diario, plasmando sus sentimientos y su odio platónico. Cada noche, bajo la luz parpadeante de una vela, dejaba que su pluma danzara sobre el lienzo en blanco. Sus palabras eran su única válvula de escape, su rebelión.

Pero Marco se enteró. Con frialdad, le pidió que se dejara de ridiculeces y sentimentalismos. Clara fue herida, pero no expresó nada. Su odio seguía siendo platónico, inmaterial.

Finalmente, venció el miedo y se alejó con su diario. Marco había ganado. Sin embargo, en el corazón de Clara, en su odio platónico, sabía que algún día, ese fuego se convertiría en algo más. Ese hombre las pagarías todas por patán.